Aquellas empresas tecnológicas que incorporen políticas de marketing en sus procesos de gestión encontrarán con mayor facilidad vías de diferenciación, mejorando la competitividad y con ella sus resultados.

A lo largo de este blog, pretendo aportar las bases teóricas y mi experiencia con ese objetivo. Repasaré los principales conceptos del marketing, pero orientados al sector de la tecnología. Aportaré con humildad mi experiencia, para tratar de ilustrar con mayor claridad la teoría. No pretendo exponer leyes universales, sino simplemente compartir las bases de la disciplina y su aplicación desde mi propio día a día.

Mi experiencia profesional he estado ligada al sector de la tecnología de una u otra manera. Adicionalmente, participo activamente en investigaciones académicas orientadas a descubrir el papel de los robots y la automatización en la creación de valor para el usuario. Sin embargo, carente de un perfil específicamente técnico, he tenido que aportar la otra cara, la de la gestión y fundamentalmente el marketing para sumar mi granito de arena a este apasionante sector.

La tecnología es dinámica, compleja y competitiva. Dinámica porque está en continua evolución, lo que hoy vale, mañana se quedará obsoleto por una nueva innovación. Desde el punto de vista del marketing, esto implica inestabilidad en el posicionamiento y la diferenciación, que deberá apoyarse en pilares más robustos, más allá de en una determinada solución.

Por otra parte, es un sector complejo, por la propia naturaleza de la tecnología, que provoca dificultad para entender sus ventajas. Tradicionalmente, la comunicación ha sido un reto para los equipos de marketing tecnológico, muchas veces inexistentes, en empresas donde la mayor parte de los empleados están enfocados al producto y muy poco al cliente. Como consecuencia, buenas soluciones son complicadas de comercializar.

Por último, es un sector tremendamente competitivo. La innovación te aporta una solución diferenciada, pero rápidamente los competidores tienden a imitarte creando una solución muy similar. Los productos tecnológicos de diferentes competidores son bastante homogéneos y ofrecen poco lugar para diferenciarse. Es necesario buscarla en otros aspectos, como el servicio, la atención, el asesoramiento técnico, pero también comercial, etc. Esto propicia un amplio margen de actuación para los equipos de marketing.

En cada una de las entradas iremos analizando estos puntos con detalle, ilustrándolos con ejemplos para que se conviertan en pequeñas recetas que se pueda utilizar en el día a día.

Método y Emoción ayuda a sus clientes de perfil tecnológico a explotar las ventajas de una política marketing en su rutina diaria.